El punto de inicio para la obra es la observación de los efectos naturales de deterioro sobre un objeto. Para ello, luego de reproducir en un lienzo la obra Naturaleza muerta con naranjas, de Paul Gauguin, lo someto al desgaste de distintos espacios durante un mismo tiempo. La obra es el resultado de una suma de acciones que tienen como objetivo la investigación. Es la búsqueda y observación del « tiempo » como generador de huellas.
Durante 30 días se sometieron diferentes partes de una pintura a la acción del deterioro natural, así dejaron huellas los agentes biológicos, climáticos, los del medio en el que se encontraban, todos ellos plasmaron su paso por el lienzo.